El gong puede ser una hermosa adición a una reunión conmemorativa. Nos sentimos honrados de ser parte de este.
Un viejo amigo y madre de un querido amigo mío murió el año pasado. Demasiado pronto.
La familia sobreviviente de K eligió un día en agosto de 2019 para honrar su memoria. El día correspondió intencionalmente con la barbacoa anual de reunión familiar, una decisión que su difunta madre habría aprobado de todo corazón.
Me ofrecí a traer el gong. Ella había querido escucharme tocar mientras estaba viva, pero nunca tuvo la oportunidad.
Llegó el día. La gente se reunió en la casa de su hijo mayor y su familia. Muchos no se habían visto durante demasiado tiempo. Se compartieron saludos y actualizaciones de la vida. Como sucede en tales reuniones.
Gran barbacoa fue preparada con amor, horas en la fabricación; y agradecidamente consumido.
Gran compañía fue disfrutada.
Se seleccionó un lugar para el gong y para mí.
Nos reunimos frente a un altar de fotos para recordar, honrar y sentir el espacio aún abierto que la pérdida de K dejó en nuestras vidas.
Un silencio Un espacio.
Y llenamos ese silencio, ese espacio con historias y recuerdos (y risas y lágrimas).
Luego, todos hicimos una transición perfectamente natural hacia el patio trasero.
Las linternas de papel estarían encendidas, se había decidido. Los nietos, primos, sobrinas y sobrinos, la mayoría de los cuales anteriormente estaban comprometidos jugando en el patio trasero, comiendo demasiados dulces y coloreando la calzada frente a la casa con tiza de color arcoíris, fueron reclutados para quitar las linternas de su envoltura y abrirlas adecuadamente. Estos fueron entregados a los nietos adultos y de secundaria, para ser encendidos y luego enviados en honor de su abuela.
Linternas de globos de papel en tonos de amarillo, verde, rojo, violeta y azul estaban ahora iluminadas. Uno por uno se levantaron mientras el sonido del gong de la tierra primero rodaba suavemente, luego irradiaba cálidamente y finalmente, rugía alegremente. Un arco iris de papel flotante y brillante que se eleva para encontrarse con las nubes.
Todos miraron hacia el cielo. Una familia, un gong, algunas lágrimas más, luego sonrisas y risas para honrar una vida bien vivida y bien amada.
¿Y entonces? Bueno, otra bebida y desierto, por supuesto.
Curación del dolor de la pérdida de una mujer, una hija, una hermana, una madre, una suegra, una abuela, un activista y motivador de la comunidad, un buen vecino, un sonajero y querido, querido amigo estaba bien en marcha
Todo en un domingo por la tarde reunión familiar barbacoa. Exactamente como KH lo hubiera querido.
